La transferencia de conocimiento es habitual en el momento en el que dos o más empresas generan intereses juntas, comparten proyectos, se ayudan… Algo normal en modelos colaborativos como el de Hub of brands.
Blair y Backer, en su ensayo sobre la teoría del capital humano, definen la transferencia de conocimiento como el proceso por el cual un grupo, departamento o la empresa en su totalidad adquiere o transfiere conocimientos y es afectada por el aprendizaje desde la experiencia, estudio u observación de otras unidades u organizaciones.
Este concepto está relacionado con el término “cooperación”, uno de los pilares de Hub of Brands, que consiste en la interacción entre transmisores y receptores de conocimientos, experiencias y otras prácticas, bajo un mismo objetivo.
Por lo tanto, compartiendo no solo conocimiento, sino otros recursos y experiencias, se fortalece la relación entre hubers y la comunidad. De esta manera, se explota la innovación y se incrementa la productividad, reduciendo el sentimiento de competencia entre partners, y creando el propio de pertenencia, dando paso a la confianza y a la colaboración de manera espontánea y sana.
De hecho, el día a día de nuestra comunidad es un claro ejemplo de la transferencia del conocimiento y de su importancia a la hora de colaborar. Por un lado, por la diversidad de áreas de especialización contamos con hubers de gran talento y experiencia profesional; y por otro, la capacidad infinita de generación de aprendizaje interorganizacional que se consigue trabajando en equipo y colaborando.
Una reunión, una charla detrás de la barra, un cruce casual en la oficina… Cualquier momento es válido para conectar y vincularse con esta red de compañeros que se ha conseguido generar en la comunidad del HOB tras más de siete años de existencia.
Compartir proyectos, retos y momentos juntos hace de esta transferencia de conocimiento algo mucho más tangible y real, sin necesidad de una formación de por medio. Se logra así disponer de una gama mucho más amplia de recursos que no seríamos capaces de conseguir por separado, resultando una fortaleza conjunta que hace más potente nuestro modelo. Además, esta visión común nos permite crecer individualmente, pero también como parte de la comunidad.
Cualquier novedad en el sector, problema que surja a lo largo de un proyecto, la necesidad de conseguir un contacto, el apoyo informativo a un compañero y la conexión que se genera, no solo la profesional, sino también la personal, hacen de la comunidad un ecosistema en el que compartir nos enriquece.
Podríamos hablar de todos y cada uno de nuestros hubers como ejemplo de la transferencia del conocimiento. Sin embargo, hoy destacamos a dos de ellos: por un lado, nuestro compañero Aitor Merino y Curious, que nos han enseñado la importancia de la fidelización y cuidado de los clientes, desde las empresas más pequeñas hasta las grandes multinacionales, y cómo sacar partido a la información que estos nos trasladan. Por otro lado, Eva Cantero y The Cross Experience, una plataforma hiperespecialista y pionera del aprendizaje colaborativo y experiencial que conecta con expertos para ayudar a otros profesionales a resolver sus retos empresariales.
En conclusión, nuestra comunidad, nuestra porque es de todos, acoge proyectos colaborativos, experiencias únicas y partners que impulsan la transferencia de conocimiento que sirve de inspiración e interés para quienes buscan soluciones.
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